Caldo de verduras casero sin químicos: ¡la mejor manera de prepararlo!
Hacer caldo de verduras casero es una excelente manera de realzar el sabor de sus platos sin dejar de lado la naturalidad y la ausencia de químicos.
Ingredientes que necesitará
3 zanahorias: aportan dulzura y terrosidad.
1 puerro: aporta una profundidad suave a cebolla.
2 chirivías: realzan la dulzura con un sabor ligeramente a nuez.
2 raíces de perejil: aportan un toque picante y herbáceo.
1 cebolla: crea una base sabrosa.
2 dientes de ajo: aportan calidez y complejidad.
½ colinabo: ofrece un sabor suave parecido al del repollo.
½ apio nabo: potencia los sabores terrosos, parecidos al del apio.
1 pieza de cúrcuma: aporta color y beneficios antiinflamatorios.
Un puñado de perejil fresco: para una nota fresca y herbácea.
Aceite de girasol: ayuda a liberar los jugos naturales de las verduras.
80 gramos de sal: realza el sabor y actúa como conservante.
Instrucciones paso a paso
Verduras picadas salteadas en aceite de girasol
1. Prepara las verduras
Lava y pela todas las verduras, luego córtalas en trozos medianos. Los tamaños uniformes asegurarán una cocción uniforme y te ayudarán a lograr un perfil de sabor equilibrado.
2. Saltea las verduras
Calienta el aceite de girasol en una olla grande a fuego medio. Agrega las verduras picadas y saltéalas durante 5 a 7 minutos, revolviendo de vez en cuando. Esto realza sus sabores a través de una suave caramelización.
3. Cocina a fuego lento hasta que estén tiernas
Cubre la olla y baja el fuego. Deja que las verduras se cocinen con su propio vapor durante unos 8 minutos hasta que estén tiernas. Este paso intensifica los sabores y crea una base de caldo rica.
4. Enfría y licúa (opcional)
Una vez que las verduras se hayan ablandado, puedes optar por licuar la mezcla para obtener una textura más suave. Utilice una batidora de inmersión o un procesador de alimentos para hacer puré las verduras, aunque esto es opcional.
5. Congélelo para guardarlo a largo plazo
Después de enfriarlo, divida el caldo en porciones. Utilice bandejas de cubitos de hielo o recipientes herméticos para guardarlo. Para guardarlo durante más tiempo, envuélvalo en papel de aluminio antes de congelarlo. Si se almacena correctamente, el caldo puede durar meses.